Cuando el hábito de chuparse los dedos perdura (después de los cuatro años), puede llegar a convertirse en un riesgo ya que puede destruir la estructura del paladar y la posición de los dientes permanentes.
¿ Cómo evitarlo?
– utilizando un retenedor oclusal que le impedirá ponerse la mano en la boca (el mismo es elaborado por un dentista)
– ponerle un guante al dormir para que le recuerde no hacerlo
– untarle los dedos con cremas o ungüentos con sabor amargo
Muchos padres no prestan atención a los niños que se chupan los dedos, ya que lo ven como un efecto relajante y que les induce a dormir.
Pero ¡atención ! Si después de los 4 ó 5 años lo continúa haciendo, puede ser señal de que se siente solo y sin atención.
Originally posted 2007-05-24 15:37:20.