La retinopatía diabética forma parte de la enfermedad ocular del diabético, que incluye también la afectación de otras estructuras del ojo: cristalino (cataratas) y cámara anterior (glaucoma).
La diabetes en los países industrializados es la segunda causa de ceguera y la primera en la población de menos de 40 años (80-90% por retinopatía diabética), siendo el riesgo 10 veces superior al de la población general.
La retinopatía es, así mismo, la complicación crónica más frecuente que presentan los pacientes diabéticos. En un amplio estudio transversal sobre muestras aleatorias de los diabéticos atendidos en centros de salud de 6 comunidades autónomas, la prevalencia de retinopatía fue del 35% y la de amaurosis del 3% (GedapS, 1997), que vienen a confirmar los datos obtenidos en diferentes estudios realizados en centros de salud.
Esta prevalencia alcanza el 67% en los diabéticos con 20 años de evolución de los que un 2% sufre amaurosis completa (Klein, 1984). En la diabetes tipo 2, hasta un 3-4% de los pacientes presentan lesiones de retinopatía en el momento del diagnóstico (Krans, 1992).
Los factores que aumentan el riesgo de retinopatía son: el tiempo de evolución de la diabetes, el sexo masculino, el grado de control glucémico, el hábito de fumar (por la hipoxia consecuencia de la carboxihemoglobina) y la presencia de HTA.
Originally posted 2008-03-17 18:02:54.