El nombre hasta cuesta de pronunciar, sin embargo es un trastorno relativamente frecuente produce lumbago durante meses que se mejora con la actividad física.
La Espondilitis anquilosante
O espondilitis reumática, es una enfermedad autoinmune de carácter crónico, una forma de artritis que causa inflamación de la columna vertebral y otras articulaciones. Esta dolencia se da sobre todo en la raza blanca en un porcentaje del 0,5-1% de la población. Es más frecuente en varones en entre los 20-30 años.
Está dentro de las enfermedades clasificadas como espondiloartropatías donde se encuentran otras enfermedades como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Causas
Las causas de este trastornos todavía no son conocidas, aunque los científicos investigan distintos mecanismos que pueden tomar parte en el desarrollo de la enfermedad.
Causas genéticas
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Se conoce que la enfermedad afecta más a personas que tienen una señal genética especifica el antígeno HLA-B27. Esto podría explicar porqué la enfermedad se da con mayor frecuencia en ciertas razas y en determinadas familias. Ser portador del antígeno HLA-B27 al parecer causa una respuesta anómala de la persona a la acción de determinados microbios, esto podría ser un desencadenante de la enfermedad.
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En España aproximadamente el 7% de la población tienen este antígeno, en ese caso el riesgo de desarrollar la enfermedad es de un 5%, una de cada mil personas. Es decir tener el antígeno aumenta la probabilidad de sufrir la enfermedad pero se puede tener el antígeno y no desarrollarla.
Síntomas
Al ser una enfermedad sistemática puede afectar a distintas partes del cuerpo:
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Dolor lumbar o lumbago de tipo inflamatorio en la columna vertebral y la zona de la cadera durante varios meses. El dolor se da cuando el paciente está en reposo y parece mejora cuando el paciente está inmerso en actividad física como puede ser andar.
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El dolor puede empezar de forma lenta e ir aumentando gradualmente en intensidad. Suele ser más agudo por la noche sobre todo cuando el paciente está descansando ya un rato tumbado en la cama.
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Inflamación de alguna zona del ojo, “ojo rojo”
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Inapetencia, falta de apetito
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Dificultad para respirar, sobre todo si la persona además es fumadora. Puede darse una disminución en la función pulmonar por esto es fundamental que si la persona fume deje el hábito cuanto antes.
- Fatiga
Tratamiento
En la actualidad no hay un tratamiento definitivo para esta enfermedad, pero si existen opciones eficaces para aliviar el dolor lo que permitirá que el paciente tena una buena calidad de vida.
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El médico una vez diagnosticado el trastorno prescribirá fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos (el ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno por ejemplo). Estos fármacos no producen habituación así que el paciente puede consumirlos durante períodos prolongados de tiempo siguiendo el consejo médico.
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La rehabilitación física es fundamental en el tratamiento. Se trata de hacer ejercicios respiratorios y físicos pensados para fortalecer la espalda y evitar la rigidez y la pérdida de movilidad que puede sufrir la columna vertebral.