Una parte considerable de la población mundial seguramente podrá afirmar que alguna vez ha hecho régimen adelgazante. Preocupados por vernos espléndidos en algún evento importante o por poder lucir el traje de baño deseado, solemos embarcarnos en dietas de las más variadas y muchas veces sin conseguir los resultados añorados.
Imagen: midietabalanceada
Para combatir el sobrepeso lo más adecuado es llevar adelante una dieta equilibrada, hacer actividad física de manera constante y progresiva y sostener una actitud mental positiva, sin llegar a los excesos. Una dieta excesiva es un plan alimentario que no podemos sostener por su rigurosidad y una actividad física excesiva implica un esfuerzo que nuestro organismo aún no está preparado para llevar a cabo.
La base fundamental de todo tratamiento para bajar de peso (o para conservar el que tenemos si es un peso saludable) se encuentra en la incorporación de los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente.
De esto precisamente se ocupa la nutrición ortomolecular, una rama de la medicina que investiga las deficiencias de nutrientes en cada organismo y la forma de revertirla. De los estudios realizados por estos especialistas se desprende que si lo que perseguimos es un descenso rápido no deben escasear en nuestra dieta la carnitina, el picolinato de cromo, la fibra ni la rosa de jamaica.
Dichas sustancias colaboran en el proceso de utilización de las grasas acumuladas y su posterior eliminación. Las dos primeras se encuentran en todas las carnes, huevos y leche. La fibra se halla en verduras y frutas, sobre todo en la cáscara de éstas últimas. La flor de jamaica se comercializa encapsulada porque su preparación casera es bastante engorrosa.
Ocuparnos de nutrirnos adecuadamente no debe ser algo momentáneo sólo para bajar de peso sino algo permanente para tener una mejor calidad de vida.