La infección urinaria más frecuente en estos tiempos es la cistitis. Se trata de una afección causada por microorganismos que se ubican en dos lugares del tracto urinario. Pueden alojarse en el extremo inferior de las vías urinarias o bien en el flujo sanguíneo.
Cuando el problema proviene de los riñones, el problema se transfiere a la sangre que circula por el aparato urinario.
Por lo general, la cistitis es el resultado de la acción dañina de bacterias. De cualquier forma, existen casos en que los culpables del problema son hongos, parásitos o virus. Mundialmente se sabe que la principal bacteria que provoca esta clase de infección es la Escherichia coli.
Aunque, en la actualidad, muchas condiciones patológicas pueden devenir en complicaciones urinarias. Los ejemplos más comunes son la existencia de cálculos renales, estructuras anómalas y arenilla en los riñones.
Algunos síntomas de la infección urinaria o cistitis son: irritabilidad en la zona afectada, vómitos, náuseas, incontinencia, falta de apetito, dolor en un costado o en la espalda, fiebre, necesidad recurrente de orinar, picazón o ardor en la zona urinaria, enrojecimiento la vulva (sólo en las mujeres) y sangrado en la orina.
Para diagnosticar la condición se realizan análisis de laboratorio y exámenes físicos. Estos últimos estarán a cargo de ginecólogos y urólogos quienes son los especialistas en la materia. El tratamiento es a base de antibióticos y la reaparición de la infección dependerá de cada caso en particular.
Originally posted 2009-10-02 07:04:48.