Cuando hablamos de cosmética es normal hablar de sérums, mascarillas faciales y cremas. En definitiva, de muchos productos repletos de principios activos que, tras aplicarlos sobre la piel, nos ayudan positivamente a la hora de mejorar su apariencia, textura y luminosidad.
Pero, en ocasiones, olvidamos que para que estos principios activos funcionen es necesario que puedan penetrar correctamente en la piel. Precisamente, es aquí cuando nos encontramos con el exfoliante facial.
Aunque es cierto que la piel se renueva de forma constante, en ocasiones es posible que esta renovación no se haga de forma completa o incluso acabe ralentizándose. Es más, es común que la piel muerta permanezca por un tiempo en la superficie de la piel, actuando como una especie de “barrera”.
De hecho, es muy común que cuando las células muertas se acumulan de forma excesiva en algunas áreas de la piel del rostro, terminen formando partes resecas, que afectan de forma negativa a la apariencia que tiene la piel del rostro.
La única alternativa que tenemos para poder deshacernos de toda esa piel muerta acumulada, impurezas, suciedad, cosméticos y exceso de sebo es aplicarnos un exfoliante de forma regular. Consiste en un producto que elimina las células muertas de la epidermis, ya sea del rostro o del cuerpo.
En la actualidad, por ejemplo, podemos encontrarnos con infinidad de productos exfoliantes, diseñados en función del tipo de piel que tengamos, en cuyo caso siempre es recomendable seguir las instrucciones del fabricante.
Pero ¿sabías que también podemos aprender a preparar nuestros exfoliantes caseros? Aunque es cierto que se trata de una opción interesante, llamativa y atractiva, debemos tener en cuenta que podemos encontrarnos con un problema.
Y es que los exfoliantes caseros pueden no ser tan efectivos y seguros como muchos de los exfoliantes que sí podemos encontrar en las tiendas.
En este caso, y si deseas combinar el uso de un exfoliante casero con uno de mejor calidad, debo decirte que me encanta la opción desarrollada por Nezeni Cosmetics. Se trata de un gel exfoliante formulado con ingredientes naturales, que posee perlas naturales de jojoba y candelilla, además de extractos vegetales de manzana y manzanilla.
Se convierte, así, en la mejor forma de exfoliar nuestra piel ya que podemos combinar su uso con la aplicación de cualquiera de los exfoliantes caseros sobre cuyas recetas te hablaremos a lo largo del presente artículo.
No te pierdas: El mejor exfoliante para la cara
Cómo hacer un exfoliante facial casero (receta básica)
Es cierto que una de las principales ventajas que nos ofrece el desarrollo en casa de muchos productos para el cuidado de la piel es que podemos aprender a preparar infinidad de recetas y opciones. Pero es verdad que, lo ideal, es partir siempre de una receta básica.
Es lo que ocurre con esta receta de exfoliante facial casero sobre la que te hablaré en primer lugar, tremendamente fácil de elaborar y, sobre todo, muy efectivo. Toma nota.
Ingredientes:
- 1 cucharada de azúcar blanco
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
Elaboración:
Partimos el limón por la mitad y lo exprimimos para obtener su jugo. Luego, mezclamos todos los ingredientes en un tazón pequeño.
Cómo usarlo:
Procedemos a aplicar nuestro exfoliante casero sobre la piel del rostro, después de haberla humedecido. Dejamos actuar durante 20 minutos. Pasado el tiempo, aclaramos con agua tibia.
Receta de exfoliante casero para pieles sensibles
Como ocurre con la piel mixta, las pieles más sensibles también necesitan exfoliarse, ya que, en ellas, también es común la acumulación de células muertas, impurezas y suciedad. Pero, al ser un tipo de piel reactiva, es imprescindible que la receta sea elaborada con ingredientes muy suaves.
Ingredientes:
- 1 cucharada de azúcar glas
- 1 cucharada de aceite de argán
Elaboración:
El proceso de elaboración es bastante simple. Solo tenemos que mezclar y combinar los dos ingredientes.
Cómo usarlo:
Seguidamente, una vez elaborado, y con la piel ligeramente humedecida, masajeamos muy delicadamente con los dedos. Para terminar, una vez dejamos actuar un poco, procedemos a aclarar con agua tibia.
Conoce también: Cómo exfoliar la piel del rostro
Receta de exfoliante casero para pieles mixtas
Aunque no lo creas, la piel mixta también necesita ser exfoliada y nutrida. Así, mientras que la manteca de karité actúa nutriendo, el aceite de oliva brinda grasas saludables útiles para hidratar la piel.
A su vez, el aceite de coco es una opción excelente para nutrir la piel gracias a su alto contenido en grasas insaturadas, mientras que el azúcar moreno actúa como exfoliante suave.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de manteca de karité
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 1 cucharadita de aceite de coco
- 3 cucharaditas de azúcar moreno
Elaboración:
En primer lugar procedemos a derretir la manteca de karité al baño maría. Seguidamente, dejamos enfriar completamente. Luego, en un cuenco pequeño, añadimos todos los ingredientes en las cantidades indicadas, y procedemos a mezclar muy bien.
Cómo usarlo:
Procedemos a aplicar el exfoliante con la yema de los dedos, mediante pequeños movimientos circulares, sobre la piel ligeramente humedecida.
Receta de exfoliante facial para pieles propensas al acné
La piel propensa al acné tiende a ser siempre muy sensible, y es muy común que, constantemente, se muestre y se encuentre dañada. Por este motivo, en estos casos lo ideal es optar por una receta lo más suave posible, a la vez que no es cuestión de frotarse constantemente.
En esta ocasión utilizamos miel por sus cualidades antibacterianas e hidratantes, además de limón, que actúa como antiséptico, útil para limpiar la epidermis de forma natural.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de miel líquida
- 1 cucharada de jugo de limón recién exprimido
Elaboración:
El proceso de elaboración es bastante simple y sencillo. En primer lugar necesitamos partir el limón por la mitad y exprimir una de esas partes para obtener su jugo. Seguidamente, en una taza pequeña, añadimos los dos ingredientes en las cantidades indicadas, y procedemos a mezclar bien.
Cómo usarlo:
Es tan sencillo como aplicarte este exfoliante sobre la piel humedecida, dejándolo actuar durante al menos media hora. Seguidamente, debes proceder a enjuagarte la piel del rostro con agua tibia. Y continuar con el resto de la rutina.
Receta de exfoliante facial purificante
El yogur contiene ácido láctico, que actúa eliminando las células muertas de la piel (es considerado como un exfoliante realmente suave), además favorecer una buena hidratación, siendo muy suave y nutritivo.
Por otro lado, como ya te hemos mencionado en una receta anterior, la miel es un ingrediente nutritivo, antibacteriano e hidratante. En definitiva, nos encontramos ante un exfoliante útil para restaurar y nutrir la piel seca.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de yogur natural
- 1 cucharada de miel líquida
Elaboración:
Agitamos ligeramente el yogur natural antes de abrirlo. Luego, en una taza pequeña, añadimos el yogur natural y la miel líquida, en las cantidades indicadas.
Cómo usarlo:
Aplicamos sobre la piel del rostro previamente humedecida, y dejamos actuar el tiempo suficiente hasta sentir que la mascarilla exfoliante ha empezado a secarse. Luego, masajea con suavidad, enjuaga con agua tibia y disfruta al momento de una piel mucho más suave y sin tirantez.
Receta de exfoliante facial anti-envejecimiento
Aunque no lo creas, es cierto que en casa también podemos aprender a elaborar exfoliantes faciales con cualidades contra las líneas finas y las arrugas. Y un buen ejemplo lo encontramos en esta receta altamente antioxidante.
Y es que el chocolate negro, por un lado, ayuda a conseguir que la piel recupere su suavidad y elasticidad, mientras que su alto contenido en antioxidantes naturales proporciona protección frente a los radicales libres.
Por último, el polvo de almendras es útil para brindar cualidades exfoliantes, gracias precisamente a su textura áspera.
Ingredientes:
- 3 cucharaditos de chocolate negro
- 1 cucharada de polvo de almendras
- 1 cucharada de agua de rosas
Elaboración:
Comenzamos derritiendo el chocolate negro junto con el agua de rosas en el interior de un cazo al fuego. Pero con cuidado para evitar que se pegue y se queme. Seguidamente, añadimos la almendra en polvo y empezamos a mezclar bien, hasta que ambos ingredientes se integren. Reservamos y dejamos enfriar.
Cómo usarlo:
Una vez se haya enfriado (para evitar quemarnos), procedemos a aplicarlo sobre la piel del rostro humedecida, mediante suaves masajes circulares, mientras notamos que la textura áspera del polvo de almendras actúa exfoliando la piel ligeramente.
Dejamos actuar durante algunos minutos. Y terminamos aclarando con agua tibia.
Receta exfoliante casera ideal contra granos y espinillas
Nos encontramos ahora ante una receta que se complementa a la perfección con el exfoliante anti-acné sobre cuya receta te hablábamos en un apartado anterior.
Concretamente, en esta ocasión usamos bicarbonato de sodio, que ayuda a equilibrar el pH de la piel, a la vez que actúa como regulador del sebo, es antiséptico y antiinflamatorio. Y agua de hamamelis, que proporciona frescor y sensación de calma.
Ingredientes:
- 3 cucharadas de bicarbonato de sodio
- 2 cucharadas de agua de hamamelis
Elaboración:
Ponemos el agua de hamamelis en un tazón o vaso pequeño. Añadimos el bicarbonato de sodio y mezclamos ligeramente, pero no lo suficiente como para que el bicarbonato se disuelva (la finalidad de esta preparación es que mantenga su textura).
Cómo usarlo:
Una vez elaborado, procedemos a aplicarlo sobre la marca sobre la piel del rostro humedecido, poniéndolo mediante suaves masajes. Eso sí, hay que tener especial cuidado con pieles propensas al acné y muy sensibles, ya que su efecto secante puede causar irritación en pieles demasiado frágiles.
¿Te han gustado nuestras recetas para hacer tu propio exfoliante facial casero? No olvides que es importante combinarlo con un exfoliante profesional, elaborado por una marca de confianza. Solo así podrás disfrutar al máximo de todos sus beneficios.
