Actualmente, los pediatras no cuentan con guías para las personas con diabetes tipo 2 para controlar su hipertensión o sus niveles elevados de colesterol.
Si no se establece un tratamiento que frene estas alteraciones es muy probable que se desarrolle alguna patología cardiovascular o que aumente el riesgo de muerte.
En 2003 la Academia Americana de Pediatría, junto con otras instituciones, elaboraron unas guías para mejorar la atención médica de los niños con diabetes tipo 2 de origen indio americano o nativos de Alaska (estas poblaciones presentan más tasas de este trastorno en la infancia).
En ese informe se recomendaba realizar pruebas para detectar o descartar tanto proteinuria como microalbuminuria (presencia de proteínas o albúmina en la orina). Algunos estudios han mostrado que estas alteraciones progresan más en los niños con diabetes tipo 2 y, son las señales más tempranas de la nefropatía. La progresión de este trastorno puede conducir a una enfermedad renal terminal.
Se aconseja realizar un análisis en el momento del diagnóstico y al mes o tres meses para conocer los niveles de colesterol y triglicéridos. La guía también recomienda llevar a cabo test para conocer la función hepática, ya que las investigaciones muestran que estos niños pueden tener elevadas las enzimas hepáticas.
Una exploración del fondo del ojo está indicada al poco tiempo de detectar la diabetes para conocer el estado de la retina. Esta prueba se deberá repetir cada año ya que algunos estudios señalan que en estos jóvenes la retinopatía aparece antes.
Estas guías podrían ser adecuadas para todos los adolescentes con diabetes tipo 2. Iniciar pronto estas medidas podría tener beneficios al mejorar las complicaciones y mortalidad;este tratamiento no debería posponerse y debería comenzar junto con una vigilancia adecuada.
Vía: El mundo
Originally posted 2007-05-30 21:24:25.