Las visitas se programarán según el grado de control de los síntomas. Es deseable iniciar un programa básico de educación sanitaria que puede ser llevado a cabo por el personal de enfermería cuyos contenidos principales serían las medidas higiénicas, los ejercicios indicados, el seguimiento del tratamiento y la detección de efectos secundarios. Dado que es importante no medicalizar en exceso este tipo de pacientes debería intentarse espaciar el control médico a una visita anual, salvo que la evolución clínica requiera un seguimiento más estrecho.
En esta evaluación anual debe efectuarse una exploración completa de todas las articulaciones y la valoración del tratamiento y medidas de apoyo. Si el paciente sigue un tratamiento farmacológico asiduamente debe paracticarse una analítica que comprenda hemograma, ionograma, función hepática y renal.
La mayoría de pacientes artrósicos pueden ser controlados en Atención Primaria sin requerir derivaciones a otros niveles asistenciales. Las indicaciones principales de derivación serían:
1. Problemas de diagnóstico diferencial.
2. Determinados casos de artrosis secundarias.
3. Cuando por las características del cuadro o por la situación del paciente se requieran medidas de rehabilitación fuera del alcance de los centros de Atención Primaria.
4. Evaluación quirúrgica.