La clave para que “cerveza” y “obesidad” dejen de estar tan relacionadas es el consumo moderado de alcohol. Uno de los autores del libro “La cerveza en el del obeso”, afirma que ingerir cerveza mesuradamente puede reducir las probabilidades de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.
La finalidad de cualquier bebida es brindar líquido al organismo. En el caso de la cerveza, esta posee 94% de agua, además de tener la menor cantidad de alcohol de todas la bebidas alcohólicas y aporta nutrientes, vitaminas, ácido fólico, antioxidantes, proteínas, minerales, entre otros. Todos estos factores son los que contribuyen a que la persona no tenga amenazas al sistema cardiovascular y osteoporosis.
Lo novedoso de todo esto, es que su consumo ya está siendo incluido en algunos planes para perder peso, ya que la cerveza sin contenido etílico posee alrededor de unas 40 kilocalorías y la “normal” 100 kilocalorías aproximadamente
Finalmente, se ha descubierto que la bebida en sí no es el origen de las enfermedades antes citadas, sino la comida que normalmente la acompaña por no ser saludables como frituras, entre otros.
Originally posted 2011-06-24 02:56:00.