La clínica de la bursitis del hombro es difícil de diferenciar de las tendinitis del manguito de los rotadores, con las que a menudo coexisten. Puede desarrollarse en forma aguda o crónica y es mucho más frecuente la afectación de la bolsa subacromiodeltoidea.
La bursitis aguda se caracteriza por dolor intenso, paroxístico, irradiado a cuello y miembro superior, de predominio nocturno. Alcanza su intensidad máxima al cabo de 1 a 3 días y desaparece en el curso de 1 a 2 semanas.
En la exploración, el hombro puede aparecer tumefacto e hipertérmico, el movimiento más limitado es la abducción. La etiología más frecuente de esta enfermedad es la precipitación de cristales de hidroxiapatita, que migran desde el tendón del manguito de los rotadores.
Las bursitis crónicas son más difíciles de diferenciar de las tendinitis subyacentes que las acompañan; el paciente experimenta dolor, que persiste e seis semanas a varios meses y que se extiende por la cara externa del brazo hacia el codo. En la exploración existe una limitación de la abducción activa muy superior a la limitación de la abducción pasiva, con arco doloroso entre 60 y 120 grados.