Derivada de una roca natural, y compuesta principalmente de silicato de aluminio, el caolín es una opción excelente cuando la aplicamos y dejamos secar sobre la piel. No te pierdas toda la información sobre la arcilla blanca: todas sus propiedades y beneficios para la cara.
La arcilla es posiblemente uno de los primeros ingredientes naturales que tiende a aparecer en nuestras recetas cosméticas caseras, gracias sobre todo a los diferentes beneficios que proporciona cuando lo aplicamos sobre el rostro.
Eso sí, lo más común es encontrarla como un ingrediente más en las mascarillas faciales, ya que tiende a actuar mejor cuando la dejamos secar y actuar durante varios minutos, tiempo durante el cual ejerce algunos de sus principales beneficios, hasta el momento en que la retiramos con agua tibia.
Usada por las civilizaciones griega, egipcia, romana y china, la arcilla es una roca blanda que proporciona muchísimas propiedades. Y es que se trata de un ingrediente con una enorme cantidad de minerales y oligoelementos.
Aunque es cierto que sus cualidades tienden a ser ligeramente diferentes en función del tipo de arcilla que usemos, en su gran mayoría podemos mencionar que, simultáneamente, es depurativa, antiséptica, absorbente, remineralizante, suavizante y cicatrizante.
De hecho, existen distintos tipos de arcillas que se diferencian por su color. Pero, ¿qué es lo que hace que su tonalidad pueda llegar a ser tan diferente? Esto varía principalmente según los óxidos de hierro que encontramos presentes en su composición.
Por ejemplo, la arcilla verde se caracteriza por ser una de las opciones más absorbentes, mientras que la arcilla roja destaca por su brillo, estimulando el proceso de regeneración celular. También existe una arcilla rosa, que brinda luminosidad y suavidad.
Pero si existe una arcilla que me encanta, principalmente por los diversos beneficios que ofrece, esa es la arcilla blanca. Es una de las opciones más suaves, siendo muy útil para limpiar la piel de impurezas, matificar el rostro graso y estimular la regeneración de las células.
Se trata de un mineral cien por cien natural, muy utilizado tanto en cosmética como en farmacología por ser una opción calmante, suave, hidratante y protectora no solo para la piel, sino incluso para el cabello.
¿Qué es la arcilla blanca? ¿En qué consiste?
La arcilla blanca es un mineral que pertenece a la familia del caolín, de ahí que popularmente sea también conocida con los nombres de kaolín o caolín.
Originalmente, es extraída de las canteras o las montañas de Marruecos, en forma de polvo blanco, aunque también puede ser ligeramente gris. Aunque debemos saber que fue descubierta en realidad en una ciudad china llamada Kaoling (de ahí su nombre).
En su composición nos encontramos con una gran cantidad de elementos y minerales, como el calcio, magnesio, zinc, potasio y sales minerales. De ahí que sea muy eficaz para preservar la piel y el cabello seco, o, como veremos, para proporcionar tratamientos antienvejecimiento e hidratantes.
No en vano, se distingue especialmente del resto por su elevado contenido en sales minerales y en sílice. Y, a diferencia de las otras arcillas, posee una menor concentración de hierro, de ahí su color blanco.
El sílice es un mineral natural que favorece la hidratación de la piel, a la vez que ejerce una acción suavizante y limpiadora.
De hecho, como veremos, es particularmente suave y delicada, motivo por el cual se adapta a la perfección a las pieles más sensibles, o propensas a reacciones cutáneas (es decir, en aquellas pieles reactivas). Además, es muy fácil de usar.
¿Qué beneficios nos ofrece la arcilla blanca en la cara?
Ayuda a purificar y limpiar la piel
Particularmente adecuada para las pieles más sensibles, la arcilla blanca se puede convertir en una opción ideal contra los problemas de la piel.
Todo ello se debe a sus propiedades depurativas, de manera que resulta especialmente útil a la hora de combatir los puntos negros, las rojeces y las espinillas, además de disminuir el riesgo de brotes de acné.
Esta última cualidad se debe a que es una opción eficaz para reducir el tamaño de los poros dilatados, por lo que no se tienden a acumular tantas impurezas ni mucho sebo en su interior, de ahí que sea tan interesante para pieles con tendencia al acné (o grasas).
En este aspecto es sumamente útil, puesto que regula la producción excesiva de sebo. De ahí que sea una opción ideal para desengrasar las áreas más brillantes, a menudo la conocida como zona T del rostro.
Además, utilizada como exfoliante, la arcilla blanca puede eliminar las impurezas y las células muertas, reduciendo las irritaciones menores.
Hidratante
En caso de que tengamos la sensación de tener la piel seca y tirante, lo cierto es que la aplicación regular de pasta de arcilla blanca en las zonas más sensibles del rostro puede ayudar a hidratar la epidermis en profundidad.
Quizá esto pueda resultar curioso. Pero la realidad es que este beneficio se debe a que es una arcilla que no reseca la piel. Al contrario, genera una capa capaz de retener la humedad en la piel, de ahí que sea tan hidratante.
Piel más rejuvenecida
¿Sabías que la arcilla blanca también puede desempeñar un papel importante en el tratamiento antienvejecimiento? Gracias a su acción reafirmante, actúa como un antiarrugas natural, ayudando a combatir el envejecimiento cutáneo.
De hecho, ayuda a que la piel se vea y se sienta más tersa, lo que se traduce en que, al alisar la epidermis, las arrugas y las líneas de expresión se ven menos profundas.
Propiedades curativas
A diferencia de lo que podamos pensar, es cierto que la arcilla blanca no es solo un cosmético. Y es que en caso de pequeño corte, lesión o irritación, puede ser utilizado incluso para desinfectar la piel, gracias a sus agentes antiinflamatorios y antisépticos.
Aun cuando puedes encontrar arcilla blanca en muchas mascarillas faciales, también puedes optar por una cataplasma preparando una pasta suave elaborada con caolín seco, mezclado con agua a temperatura ambiente.
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Otros beneficios del caolín interesantes
En forma de mascarilla capilar, la arcilla blanca puede ser utilizada en el cabello seco o graso, además de como tratamiento natural para distintos problemas del cuero cabelludo. Por ejemplo, es especialmente útil para:
- Promover la eliminación de la caspa.
- Ayuda a calmar el cuero cabelludo más sensible, en especial el seco.
- Luchar contra la picazón del cuero cabelludo.
- Aporta ligereza, flexibilidad y volumen al cabello.
- Ayuda a regular la producción de sebo, ya que desengrasa, a la vez que purifica el cabello graso.
- Protege la fibra queratínica, reforzando las fibras capilares.
Es más, para disfrutar de sus beneficios capilares basta con mezclar la arcilla blanca con agua tibia, hasta obtener una pasta tersa, y aplicarla seguidamente en las raíces, masajeando el cuero cabelludo durante algunos segundos, y aplicándola sobre los largos con la ayuda de un peine fino.
Luego, es necesario dejarla actuar durante 15 minutos, antes de enjuagar con agua tibia.
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¿Cómo usar la arcilla blanca para la cara?
Si deseas disfrutar de sus beneficios limpiadores, rehidratantes, depurativos, desengrasantes y antienvejecimiento, lo cierto es que existen distintas opciones útiles a la hora de aplicar la arcilla blanca en la piel del rostro.
Lo más sencillo, cómodo y práctico es escoger una mascarilla facial de arcilla blanca, ya que es la opción más simple de aplicarla sobre la piel, beneficiándonos de sus diferentes cualidades.
En mi caso, por ejemplo, me encanta la mascarilla de caolín de Nezeni Cosmetics, que también contiene otros ingredientes muy útiles, como la vitamina C estable, altamente antioxidante, almidón de arroz, vitamina E o fucogel, entre otros.
También es posible elaborar una pasta casera si directamente optas por arcilla blanca en polvo. Es muy sencillo. Basta con mezclar la arcilla con agua a temperatura ambiente, en cantidad suficiente como para formar una textura homogénea.
Se aplica sobre la piel del rostro, evitando el área del contorno de los ojos, y se deja actuar durante al menos 15 minutos. Es normal que, a medida que se seca, sientas la piel tirante. Luego, basta con retirarla con agua tibia. Notarás la piel suave y tersa.
Si después de descubrir más sobre la arcilla blanca: todas sus propiedades y beneficios para la cara, te animas a usarla, no olvides escoger mascarillas o cosméticos que la contengan como ingrediente. Será la mejor opción.